martes, 24 de mayo de 2011

El dolor

Nació con dolor de muerte. La única mujer que lo amó; su madre, se fue cuando él vino. Sus trece años de edad contrastas con su carita aun de infante. Un jovencito con sabor de dolor y  éxito, de tez morena, no muy alto, tampoco expresivo; basta con su mirada para escuchar todos sus reclamos.
Cuando lo vi por primera vez jugaba con sus amigos del barrio cerca del pantano, vestía playera sin mangas y un short de algún equipo de futbol que ya no recuerdo.
Después, me contó un par de ocasiones qué significaba para él estar vivo. Nunca lo entendí. Como tampoco entendí las caras de totopos duros que pusieron los maestros, cuando de chispazo, comentó sobre la noviecita de la escuela.
Un día lo vi llorando, me contó de los desprecios de su abuelo, me contó de las ganas de no regresar nunca a su casa, me contó que por las noches salía en su colonia a dar la vuelta, como buscando el peligro.
Jamás  me hubiera imaginado la tragedia de aquel muchacho hasta que la misma tarde de su entierro algún despistado preguntó:
— ¿De qué murió?
— VIH, -contestó una niña vestida de escolar-.
— ¡Del dolor de la tristeza!, -corrigió un maestro-.

Yabín Cabrera
Coatzacoalcos Veracruz

No hay comentarios:

Publicar un comentario