sábado, 8 de octubre de 2011

Discurso: Presentación "Hermanos en el camino"

Pero qué hacemos, a dónde vamos… cómo lo gritamos, porque esto hay que gritarlo. Que se sepa. Que sepa la gente de mi pueblo, que hay otros pueblos sufriendo.

¿Una película? Pero si nomás tenemos dinero para copias.

 ¿Una marcha? Pero sólo somos unos cuantos informados. Qué hacemos, porque algo tenemos que hacer.

¿Magia negra? Nombre si las buenas brujas murieron ya hace tiempo.

¿Escribir? Pero que vamos a escribir.

Contaba Cabral que en 1982 cuando anunciaron que el ganador del premio Nobel de literatura era el colombiano Gabriel García Márquez, un periodista corrió a la casa de su madre para entrevistarla y a al paso, ella le contestó: “yo no sé nada de literatura, lo único que sé, es que el Gabo tiene muy buena memoria, porque todo lo que escribió, se lo contaron”.

Hermanos en el camino no es el hilo negro de la literatura, mucho menos lo es del periodismo. Es, sí: Nuestra obra de arte, nuestro cuerpo repartido en letras, nuestros sentidos, nuestro oído. 

Es la viva voz del suplicio, es el uniforme de la sangre, son llagas de las plantas de los pies repartidas en puntos y en comas, es carne viva suplicando que no abandonemos nuestra responsabilidad social. Carne que vive abierta a la ayuda.

No hay más detrás del todo. No hubo una cortina negra que esconda lo mejor del espectáculo. Hoy, ni siquiera hay espectáculo. Somos simplemente jóvenes en voz de otros jóvenes, pidiendo; a los mismos, lo mismo, desde otro contexto:

¡Libertad, oportunidades, libertad!

Los discursos juveniles de las últimas décadas, tan sólo han sufrido ligeros cambios, que al oído mediático pasan desapercibidos. Tenemos el mismo discurso petitorio hace décadas… y lo que es más interesante, seguimos ofreciendo lo mismo, sin que lo consideren, nuestras manos y pies, nuestra energía y corazón de jóvenes, nuestras ideas imperfectas, las ganas de aprender para vivir siempre en un mundo mejor, siempre mejor.

No se trata de sentir lástima. Es más bien, una invitación para entender nuestro contexto social, económico, cultural. Descifrar el punto en donde estamos parados como sociedad y entender a dónde queremos llegar.

¡Quitarle, de una vez por todas, las trampas al progreso!

Hermanos en el camino es esa oportunidad que no podíamos dejar pasar. Nació con la duda del qué hacer y se presenta hoy, como un resultado favorable de la búsqueda, de esa búsqueda entre la ilación coherente de escuela, maestros, alumnos y grupos organizados con nuestra realidad social.

Hermanos en el camino se presenta hoy… como la infalible realidad, de la que no podemos escapar. Un trabajo erigido en los brazos arquetípicos de la materia Organización y planeación de empresas editoriales, bajo una nueva actitud, bajo un nuevo compromiso.

¡El compromiso de maestros y alumnos preocupados! Por eso escribimos, aquella tarde, lo que nos contaron: Los migrantes, los indocumentados, los Hermanos en el camino.

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